La noticia de que Ozan está enamorado de Incila causa una auténtica conmoción en ambas familia y no todos la aceptan de la misma forma. La mayor parte de ellos piensa mal de la criada, pero Atif, al revivir su propia historia, se muestra compasivo sin saber realmente el estrecho parentesco que le une a la joven. En el peor momento, Mete se convierte en un inesperado apoyo para Incila.