La hermana de los desaparecidos considera que en la resolución de este caso “fallaron varias cosas”. Tras la negativa de los propios médicos a ayudarles, también falló el tiempo que tardó en efectuarse la denuncia. Además, en el lugar de los hechos, tan solo quedaron la ropa de Isidre y las gafas, aparentemente de Dolors. Al tiempo se demostró que no eran de la niña, sino de una persona mayor.