En esta tercera temporada 'Callejeros' recorre 1.700 kilómetros metros de costa, desde la frontera con Francia hasta el Estrecho. El programa recala en una de las zonas más variopintas de España: Benidorm. Allí casi un centenar de personas se junta a diario para rezar el ángelus en la playa. En las pequeñas calas de Sitges, gays de todo el mundo se dedican al cruising; basta una mirada para ver practicar sexo entre los arbustos. También conoceremos a Carmen y a Catalina, quienes padecen el síndrome de Noé, es la enfermedad que sufren aquellas personas que recogen animales de la calle y los meten en su casa. Carmen comparte vivienda con su marido Timoteo y sus 40 perros, a los que habla en un peculiar idioma inglés. A Catalina le han denunciado 77 veces sus vecinos de la Barceloneta por acumular gatos en su casa. “Crea adicción, como el bingo o la bebida”, confiesa Mari Ángeles, que cada día acude a un parque a dar de comer a los felinos que andan sueltos.