En la casita de ‘Uno de GH20’ los concursantes están experimentando todo tipo de sensaciones, desde intensas y acaloradas discusiones entre ellos, fruto de la competencia por convertirse en el concursante elegido para entrar a ‘Gran Hermano 20’, hasta episodios divertidos con los que regalan una sonrisa al espectador. En esta ocasión, eran Daniella y Amparo, quienes protagonizaban un nuevo momentazo.
Daniella y Amparo tienen una relación muy cercana casi desde el primer momento en que se conocieron se hicieron inseparables, sin embargo, la entrada de Ruth, hija de la concursante de mayor edad de la edición, podría ser un punto de inflexión en su estrecha relación. Y es que, la hija de Amparo no soporta a Daniella, algo que ha dejado muy claro en el último y fuerte enfrentamiento que tuvo con ella, y sobre el que habláremos en la gala de esta noche, a partir de las 21:30 en Mediaset Infinity.
A pesar de todo y por el momento, ambas concursantes continúan muy unidas, incluso, Amparo se ha posicionado a favor de Daniella y, por ende, en contra de su propia hija en la acalorada discusión que estas tuvieron. Ahora, las concursantes y amigas nos daban un inesperado momentazo cuando se caían a la vez, preocupando a todos sus compañeros.
Todo ocurría cuando Daniella, que estaba en la cocina, se atragantaba con una cucharada de cacao en polvo. En ese momento, Amparo que estaba a su lado acudía rápidamente para, desde atrás, apretarle el pecho para ayudarla con su atragantamiento. Sin embargo, la situación no parecía mejorar y la concursante acababa tirándose al suelo, lo que provocaba que su compañera también se cayese, lanzando un alarmante grito que alertaba al resto de los concursantes.
Ruth, era la primera en reaccionar al grito de su madre, y salía disparada a su rescate. A ella se unían los demás participantes que, con cara de preocupación, se acercaban a ellas mientras les preguntaban cómo se encontraban: “¿Estáis bien? ¿Te has dado en la cabeza?”. Después de este gran susto, Amparo y Daniella se levantaban del suelo y tranquilizaban a todos sus compañeros: “Estoy bien, estoy bien”.