Claudio, pillado por Adri cuando iba a cometer un atraco, se ve obligado a contar a su hija la verdad: si no consigue treinta mil euros, Joni la matará. Tras la sorpresa inicial, la mensajer se pone del lado de su padre y trata por todos los medios de ayudarle, pese a la oposición de su progenitor. La joven se pone manos a la obra para cumplir el pacto con Joni y se presenta sola en la guarida del matón con un maletín repleto de dinero falso que previamente ha conseguido Claudio.