Si a pesar de la ruptura, la relación entre Nacho y Cayetana era bastante cordial, la pareja pierde los papeles cuando la joven decide marcharse a Teruel con el hijo de ambos. Indignada ante la maniobra de Nacho, Caye decide plantar batalla en los tribunales al padre de Mateo. La situación es tirante y se vuelve prácticamente insostenible. Todo parece indicar que la guerra judicial por la custodia del pequeño será dura y complicada, además de cruenta.