Después de buscar desesperadamente una solución, Diego parece encontrar la solución para sacar la revista a pesar de estar sin luz. Chali y Caye acepta sin reservas la propuesta de Diego y se la comunican a toda la empresa. Inmediatamente, Diego saca del baúl de los recuerdos un montón de máquinas de escribir y tipos móviles para sacar la revista a la antigua usanza. Pese a la incredulidad y las reticencias iniciales de la plantilla, pronto aparece la ilusión y todos los empleados colaboran en el trabajo para sacar adelante la revista.