Tras conocer que Álvaro y Diego son hermanos por parte de padre, Bea empieza a atar cabos y comprende que las cosas se pueden poner más feas que nunca entre ellos. Álvaro no termina de fiarse de las buenas intenciones de Diego, y menos cuando Cayetana le dice que últimamente ha estado hablando con Parrondo, el antiguo mayordomo de la familia.