Bea celebra sus primeras horas de libertad con una cena muy especial. A pesar de las risas, los brindis y el cariño de los suyos, confiesa entre lágrimas que no puede olvidar a su “ex”. Mientras, Bárbara y Richard organizan una velada en la que Echegaray presiona a Cayetana para que aclarare sus sentimientos.