El ultimátum de Álvaro obliga a Sandra y a Bea a tomar una decisión: o permiten que él vuelva a ejercer como director con pleno derecho o perderán el crédito del BCA y no podrán acometer el cambio de formato. Bea parece dispuesta a ceder al chantaje, pero Sandra se resiste y así se lo hace saber a Gonzalo.