Con Fahrünisa instalada en casa de Mete, este e Incila se ven obligados a buscar un plan paralelo para pasar la noche mientras Naz y Kadir acercan posiciones en Düzce. Con la marcha de Fahrünisa, Ziya está más solo que nunca, pero no solo será él quien tenga que dar explicaciones. Antes de irse definitivamente, Cemil quiere tener una última conversación con Mete.