Por suerte para Iffet, Cemil no cree sus palabras y se convierte en su salvación en el peor de sus momentos. Estando juntos nada ni nadie podrá con ellos, pero antes aún tienen muchas cosas que solucionar como el ingreso de Ahmet en el hospital o la vigilancia y las amenazas de Ali Ihsan. Así que no les quedará otra que seguir fingiendo ante todos.