Ni la oferta de su madre, ni las palabras cariñosas de su padre, no hay nada que haga que Dila cambie de idea. Ella se mantiene firme en su decisión de permanecer al lado de Feraye, pero también tiene alguna condición para ella. El 3% que suponen sus acciones parecen haberse convertido en la joya de la corona. En la compañía, Firat no podrá más que asumir que todo está cambiando.