Narin siente que vive en un pozo sin fuerza para salir. La señora Kadriye la visitará en la cárcel y le advertirá que ha llegado el momento de que Baran sepa toda la verdad. El joven correrá a ver a su madre a prisión tras enterarse de que fue ella quien apuñaló a Ebru e intentará buscar algún sentido a todo lo que está ocurriendo.