Después de todo lo sucedido, Ayse se muerta más triste y desconcertada que nunca, pero Baran estar siempre a su lado. A partir de ahora ella y Sibel vivirán bajo la protección de Ebru un hecho que no gustará nada a un Kendal que también aprovechará un momento de acercamiento a su madre para desahogarse sobre sus sentimientos al recordar tiempos pasados.