Un invitado especial aparece en la boda y dispara a Derin, poniendo en peligro su vida y la del bebé. Ali, que ya había perdido a su madre, se desmorona ante la idea de perder ahora a la mujer que ama. Asli no puede evitar culparse a sí misma por haber deseado que la boda nunca sucediese. Después de todo lo que ha pasado, y por primera vez, Ali decide vengarse con sus propias manos.