Anita no soporta vivir cerca de Marco y está dispuesta a mudarse para no coincidir con él. Pero esta situación resulta perfecta para idear un plan que incomode al ingeniero. Con la marcha de la casa familiar de Anita y Quim, Cacao y él podrán vivir su historia de amor en la humilde casa en la que la chocolatera se crió. Pero, ¿aceptará él reducir sus expectativas? Joana sigue sin aparecer y Salomão decide acudir directamente el epicentro de las sospechas: Lalá.