Sal ve en las intenciones de Marco la oportunidad perfecta para seguir acercándose a un Tiago que abandona definitivamente Brasil ante el desconsuelo de Cacao que, pese a estar convencida de estar actuando bien, no puede evitar sentir dolor. Salomão y Julia siguen llamando a todas las puertas posibles para dar con el paradero de Joana mientras Valdemar trata de 'arreglar' el pecado cometido por Lalá.