Yves, movido por su ambición, acude a un notario corrupto para falsificar el testamento de Manuel, un movimiento que busca desestabilizar aún más la situación. Mientras tanto, Manuel confronta a Ramón, exigiendo la revocación de la orden de arraigo que lo mantiene alejado de su hacienda. Ramón, enojado, le reprocha su conocimiento sobre la fuga de Amadeo.