Lúa y David preparan su boda. David está emocionada y Lúa cada vez menos convencida. Miranda y María están convencidas de que su agresor es la misma persona. Cuando se encuentran a Iñigo en el juzgado descubren con horror el moratón en su ojo izquierdo. María cree así tener pruebas suficientes para denunciarle pero Miranda tiene sus dudas.