Carlota y Alberto explican a Sebastián el chantaje de Carlos pero éste les pone en entredicho y les hace parecer sospechosos. La única solución sería que Carlota confesara quién robó la cámara pero ésta se niega. Matilde presiona al director para que expulse a los dos chicos. Carlos, en represalia, pone un examen sorpresa y trata de poner a todos en contra de Carlota.