Verónica conoce a Martín y entre ellos se establece rápidamente una mutua atracción. Cuando Verónica queda con Arturo para comer en la piscina, Martín, por error, deja caer una botella encima de él; la reacción de Arturo es excesivamente airada. Alberto está cada vez más mosqueado ante la amistad entre Iñigo y Carlota.