Íñigo ha recibido una llamada de su madre biológica en la que ha dicho que quiere verle. Elena, Manu, e incluso la propia Charo le aconsejan que acceda a la entrevista, pero él considera que Charo es su única y verdadera madre. Eduardo está cada vez más ilusionado ante la idea de participar en la puesta en marcha de la TV local.