El despertar de Aliye trae alegría a toda la gente de la isla menos a Haziran que vive con la incertidumbre de si la abuela de Poyraz conoce también su secreto. Ajeno a estos sentimientos, el isleño cada vez oculta menos sus sentimientos por Haziran y solo la llegada al hotel de un inconformista cliente podrá con la paciencia de Poyraz.