Llevaban un tiempo escribiéndose, pero aún no se habían visto en persona. Él la invitó a venirse a Madrid y ella dijo: "¿Por qué no?" Pero al pensarlo fríamente... No le conozco de nada, no sé ni cómo habla, ¡Dónde me estoy metiendo! Por suerte, todo salió bien y ahora recuerdan esos días como algo muy especial.