Decimos “abrir boca”, pero en realidad en Mallorca no la cerrarás, porque su gastronomía es única y exquisita. Los embutidos, la sobrasada y, por supuesto, la ensaimada son motivos suficientes para visitar la isla. Pero si a eso añadimos platos como la langosta con huevos fritos, especialidad de Bon Bar en Cala Figuera, los arroces de mar y montaña de Can Calent en Campos.