“Tengo respeto porque puede pasar otra vez”, asegura Domingo, el anciano de 70 años brutalmente agredido por un grupo de cinco jóvenes magrebís que tienen atemorizada a la población. Los jóvenes han convertido sus agresiones en un reto viral en el que uno de pega y el resto graba la secuencia con el objetivo de competir por ver quién pega más fuerte.