Pedro Oliva e Inma González se conocieron en la cuarta edición de ‘Gran Hermano’, se enamoraron e iniciaron un romance que enganchó a muchos espectadores y que fue criticado por otros tantos. Había mucha gente que no se creía su relación y que ponía a la empresaria gaditana en tela juicio. Aseguraban que estaba con el pastor por interés y porque encontraba en él cierta estabilidad económica.