En agosto de 1989, se tomaron unas las fotografías más polémicas hasta la fecha del por aquel entonces rey de España. Juan Carlos I estaba disfrutando de sus vacaciones en su yate Fortuna donde, tal y como muestran las imágenes, tomó el sol desnudo boca abajo en la cubierta. Antonio Montero fue uno de los paparazzis que tomaron las fotos del desnudo del emérito y nos cuenta los detalles.