Durante sus primeras horas, Koldo se ha visto en el espejo y no ha podido tener una reacción de más sorpresa al verse: "¡Estoy negro! ¡Cómo tengo las rodillas! ¡He perdido mogollón!", aseguraba un Koldo que no daba crédito y que confesaba que su mujer iba a estar "encantada" con ese cambio.