En un primer momento, cuando Manuel veía a Gabriella en Honduras, no dudaba en tirarse a abrazarla, lo que terminaba con ambos tirados en la arena mientras se besaban y daban muestras de cariño: "Esto no me ha pasado nunca en mi vida, te quiero". Gabriella no daba crédito al ver su cambio físico y Manuel le aseguraba que "le ha echado mucho de menos".