Anita leía las palabras que se escribió a ella misma y no podía contener las lágrimas: "La verdad que estoy muy orgullosa, muchísimo". Y le tocaba a Montoya, que se asustaba al verse en el espejo: "Pero si parezco un Rey Mago, si nunca he tenido barba. Yo no soy este". Sandra Barneda le quería decir algo: "Me recuerdas a Lobezno".