Durante gran parte del siglo XX existieron los conocidos como Centros de Observación y Clasificación en España. Regentados por el Patronato, acogieron a miles de niñas, a las que hacían trabajar, sometían a pruebas, y que, en muchos casos, perdían la posibilidad de poder volver con sus familias, pues el Patronato asumía su patria potestad.