Blanca Romero tuvo una infancia libre y bastante asilvestrada que marcó su carácter, pero a los 17 años decidió dejarlo atrás para triunfar en la moda y lo consiguió siendo una de las modelos españolas más cotizadas en el extranjero. En uno de sus mejores momentos, un viaje a Nueva York, un contratiempo estuvo a punto de acabar con su carrera de modelo.