La princesa Inca se define como una mujer peligrosa y todoterreno, algo que ha dejado rápidamente claro a sus nuevos compañeros. Miriam Saavedra no tiene ningún tipo de reparo en decir todo lo que piensa y, aunque entra con muchas ganas de conocer a los vecinos, no ha dudado en lanzarles una clara advertencia por el desorden de los apartamentos.