El afortunado de tener una 'Conexón espía' ha sido Julen de la Guerra, que ha podido ver como sus compañeros del trastero decían que tenían malas vibras, y que iban a bajar a la fiesta con incienso para purificarlos. Sin dudarlo, Julen se lo ha contado a sus compañeros de apartamento: "Ella llegó aquí con una cara de morticia".