Francisco Javier es una mujer soldado de 42 años de Carmona, una localidad de Sevilla. Pese a su aspecto (mide casi dos metros, tiene barba y viste uniforme masculino) ella se siente mujer y asegura que es así desde los nueve o diez años: "Yo en el colegio estaba confundida, primero pensé que era gay, pero es que me gustan las mujeres".