Una de las claves para señalar a Antonio Ojeda 'El Rubio' como sospechoso de la desaparición de Yéremi Vargas fue que se refirió a él como "el niño azul". Y esto no tendría relevancia de no ser porque el pequeño sufría de cianosis y solo la familia era conocedora. En 'La verdad del caso Yéremi', muestran el documento que demuestra que el niño canario sufría de broncoespasmos.