Rafael y Vanesa son padre e hijo y llevan meses siendo víctimas de la inquiokupacion. Después de intentar por las buenas, incluso ofreciéndole perdonarle la deuda, que su inquilino abandone su vivienda, esta familia, totalmente desesperada ante la situación en la que se encuentran, ha decidido contratar a una empresa que les devuelva su domicilio.