La distancia entre el deseo de independencia juvenil y los altos precios del alquiler en España está generando estrategias insólitas. Cerca del 17 % de los jóvenes nacidos a finales de los 90 estaría dispuesto a fingir tener pareja para acceder a una vivienda, un dato que refleja las enormes dificultades de una generación que no puede emanciparse sola en un mercado cada vez más inaccesible.