Tras el duro golpe emocional en su primera hoguera, la decepción de Melyssa con su pareja era tal que a la vuelta a la villa no pudo parar de derramar lágrimas pensando constantemente en las imágenes que habían visto sus ojos. En su momento a solas con la cámara, aseguraba que lo único que podía hacerle feliz en ese momento era ver a Tom.