Cuando vio las imágenes de Fiama, Álex se echó a llorar. Gonzalo le recomendó que se quedara con lo positivo, pero él no sentía que hubiera nada bueno en lo que había visto. Por eso, muy dolido, se levantó de su sitio y se fue de la hoguera. El novio de Susana Molina fue detrás de él para decirle que Fiama solo estaba enumerando lo que podía ocurrir, sin más.