La 'Curva de la vida' de Laura dentro de la casa de 'Gran Hermano' desataba multitud de lágrimas en el plató del programa. Las primeras, las de su madre, María José Galera, al recordar la pérdida de una de sus hijas. Tanto dentro como fuera de la casa se empatizó con la historia familiar y al final Maite contaba algo de la suya.