Nino tiene 75 años y viene de Castillar de Santiago (Ciudad Real) y con toda la ilusión del mundo. Se vino a los 16 años a Madrid para no trabajar en el campo y porque desde que era un niño tenía muy clara su orientación sexual. José Luis, su cita, tiene 69 años, es argentino y está jubilado. Cuando tenía 24 años era el centro de todas las miradas y hoy, le miran, pero de otra forma.