Francisco trabaja en un almacén de restauración en Parque Warner. Se llegó a casar una vez, pero se acabó porque “busqué fuera lo que ya tenía en casa, no hubo cuernos físicos, pero sí alguno virtual y me arrepentiré toda la vida”. Alina, su cita, es cantante y modelo. Al verla, Francisco ha tenido una buena impresión, pero no ha sentido un “qué potente”.