Durante la cena, Jorge comentó que era muy educado y bromeó diciendo que le vendría del colegio religioso en el que estudió. Luego la historia se volvió más oscura: “Me hacían bullying incluso los profesores. Estuve sin entrar al comedor tres años. Fue un horror, una pesadilla. Pero eso me ha hecho ser muy independiente y tener una opinión propia muy fuerte”.