Tras romper el hielo, Carlos Sobera interrumpe su conversación para acercarles hasta la mesa pues es allí donde la pareja podrá conocerse más y ver si están hechos el uno para el otro. Y, aunque parecía que esa primera impresión había remontado durante la velada, un inesperado inconveniente rompe de nuevo la magia que habían conseguido construir.