Juan tiene 85 años, es conserje jubilado y llega desde Rosas, Gerona, dispuesto a encontrar el amor en el restaurante de Carlos Sobera. El soltero asegura que, pese a su edad, tiene muchas ganas de vivir y divertirse. Por la puerta entra Paquita, una mujer de 84 años que vuelve al restaurante por segunda vez con ganas de que esta ocasión sí sea la buena.