Durante la investigación del asesinato de Marta Calvo, la policía llegó hasta los teléfonos móviles de Jorge Ignacio Palma, su asesino. Estos dispositivos abrirían nuevos y espeluznantes capítulos en su historial delictivo, específicamente, el asesinato de otras dos mujeres, Arliene Ramos y Lay Marcela, y hasta 8 víctimas más que lograron sobrevivir.