Quien la atacó le asestó 20 puñaladas por todo el cuerpo, la mayoría de ellas en la espalda. El experto alude a que la brutal agresión y la cantidad de puñaladas hacen pensar que "el asesino estaba fuera de sí, y con una situación de gran tensión". No se encontró el arma del crimen pero los agujeros daban pista del tipo de cuchillo.